Los primeros pasos de esta iniciativa tuvieron lugar en junio de 2021 con la firma en Mérida de un protocolo entre el Gobierno extremeño y el consejero delegado de Diamond Foundry, Martin Roscheisen. En noviembre empezará el movimiento de tierra, en el primer trimestre del siguiente año comenzarán las obras y finalmente se convertirá en un verdadero referente industrial para Extremadura.

La previsión inicial de este proyecto conlleva una inversión de 670 millones de euros y la creación de 300 puestos de trabajo directos. La fábrica de diamantes artificiales de Trujillo, la primera que la empresa Diamond Foundry localiza fuera de Estados Unidos, elaborará componentes que se utilizarán principalmente en el sector del automóvil. La planta del municipio cacereño aplicará el diamante en la fabricación de semiconductores, una tecnología que aumenta su demanda a nivel mundial con aplicaciones en las redes de comunicación 5G y en la industria del vehículo eléctrico.

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