Francisco Guzmán, extremeño y socio fundador de AGF Biogás, gestiona desde la torre Siglo XXI en Badajoz, plantas de biogás y biometano en Zaragoza, Burgos y Tarragona y busca otras fórmulas de energía verde y circular para convertir desechos en gas.

Es una empresa que acaba de abrir mercado en Noruega, lleva más de 15 proyectos realizados en Reino Unido, acaba de terminar un estudio para sacar el máximo provecho a los residuos de comida del aeropuerto de Madrid. Este gas se usa para el autoabastecimiento, generar electricidad y calentar agua. Lo inyectan a la red química para domicilios y negocios en toda España.

Los resultados serán más visibles cuando esté listo un centro de investigación aplicada y desarrollo cuya instalación tramitan en el Parque Científico y Tecnológico en Badajoz. Extremadura está aprovechando sus ventajas competitivas para constituirse como epicentro de la expansión de las energías renovables en España.

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